11.12.15

Malos hábitos que impiden tener éxito como emprendedor

Si estás pensando en montar tu propio negocio debes tener en cuenta estos malos factores e intentar eliminarlos antes de comenzar.

1. NO PLANEAR TU DÍA A DÍA O SEMANA

Organiza los trabajos y reuniones según el orden de importancia. No hagas cosas sin prioridad antes de algo que si merece tu tiempo.

2. ESTAR PENDIENTE DE LOS E-MAIL

Si sólo estás pendiente de contestar a los correos que te llegan a la cuenta de correo electrónico no invertirás tiempo en las tareas importantes. Además darás la impresión de que pueden localizarte cuando ellos quieran, dominando tu negocio y vida.

3. FALTA DE COMUNICACIÓN

 Es importante ser claro y que todo el mundo haya captado el mensaje a la perfección. Evitarás equivocarte  y parecer poco profesional

4. TENER SIEMPRE LA MISMA RUTINA

Es una opción que está bien para ser muy productivo cuando siempre haces las mismas cosas, aunque se puede caer en la comodidad y no rendir como se esperaba.  Necesitas ser flexible para adaptarte lo mejor posible a lo que pueda pasar y resolverlo con solvencia.

5. NO HACER DESCANSOS

Ser emprendedor requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Es importante tener tus horas de descanso y dejarlo cuando sientas que no puedes más, ya que, al contrario, acabarás completamente quemado.

6. NO LLEGAR A TIEMPO
 
Como emprendedor siempre has de llegar a la hora para dar imagen tanto a los clientes como al equipo que diriges.

7. APLAZAR PROYECTOS DIFÍCILES

Todos nos hemos encontrado alguna vez con ese proyecto bastante difícil. Lo vamos dejando hasta que ya no podemos evitarlo más. Si eres un emprendedor esto se puede volver en tu contra. Si no eres capaz de realizarlo puedes buscar ayuda externa. Nunca lo dejes de lado.

8. POSPONER DECISIONES

Es probable que hayas tomado pocas decisiones importantes. Como responsable de la empresa no puedes apartarlas. Has de posicionarte. Es mejor equivocarse que no hacer nada.
 
9. NUNCA DECIR NO

Cuando empiezas en una compañía la palabra no parece estar prohibida y comienzas a adquirir el hábito de decir si a todo. Pero en esta nueva posición tienes que aprender a decir que no. No todos los clientes son importantes. No todos los empleados te reportarán productividad. No todas las ideas son brillantes. No todos los equipos funcionan bien.