22.1.16

Jeff Bezos, el emprendedor compulsivo

El espectacular salto bursátil de Amazon en 2015 le ha convertido en la cuarta persona más rica del mundo 

 Jeff Bezos se acaba de convertir en el propietario y consejero delegado de Amazon, la compañía líder en comercio por internet, en la cuarta persona más rica del mundo, según la lista Forbes. El espectacular salto de la sociedad tecnológica en 2015, superior al 110%, sitúa su fortuna personal en 55.800 millones de dólares (51.200 millones de euros), por encima de la del mexicano Carlos Slim.

Su último logro en Estados Unidos consiste en ofrecer que los repartos de sus ventas lleguen al comprador en el día. Y todavía no utiliza drones para la distribución, como pretende a corto plazo, sino que se ha apoyado en la adquisición de un centenar de almacenes repartidos por todo el país. Agresivos y bien ideados programas de marketing completan un panorama triunfante.


Pero Jeff Bezos, el aficionado a la astronomía, el adolescente que quería "construir hoteles, parques y fundar colonias fuera de la Tierra", tenía que guardar un íntimo hueco para su gran pasión. Para ese fin fundó en 2000 Blue Origin, dedicada a investigar y desarrollar vuelos humanos al espacio y que pilota con el mayor de los secretismos. Aunque le reste dinero, hace las delicias del hombre dedicado a su sueño.

Bezos también ha fracasado. No hay persona de éxito en Estados Unidos que no lo haya hecho. Su pasado registra fiascos sonoros como su incursión en el mundo de los «smartphones». Rechazado pronto por el mercado, su Fire Phone culminó con la pérdida de millones de dólares y el despido de las decenas de empleados de los laboratorios de I+D Amazon en California.

Es de su gestión de los recursos humanos de donde le llueven las principales críticas, algunas ácidas. En mayo de 2014, la Unión Internacional de Sindicatos le otorgó el título de peor jefe del mundo, por representar la "inhumanidad de los empresarios con sus empleados". Hace unos meses, tuvo que salir al paso de un reportaje dominical publicado en el New York Times, en el que la mayoría de las decenas de directivos consultados por el periódico concluían que el ambiente de trabajo construido por Bezos en Amazon es "una cruel e inhumana experiencia para muchos empleados, que terminan acabados o marchándose". Además de arrepentirse de abrir las puertas de su compañía al diario neoyorquino, Bezos aseguró en un escrito personal a sus trabajadores que no reconocía a su compañía en el reportaje publicado.

Con 51 años, casado con MacKenzie y con cuatro hijos, de los cuales la niña fue adoptada en China, Jeff Bezos rememora una infancia en la que mostró una temprana afición a manipular cacharros. Cuentan que llegó a construir un dispositivo de alarma para evitar que sus hermanastros, más pequeños, entraran en su habitación, en la casa que sus padres habían comprado en Houston (Texas). Su madre, Jacklyn, que tuvo a Jeff con sólo 17 años y se divorció uno después, convirtió sus orígenes en españoles al casarse poco más tarde con Miguel Bezos, cubano e hijo de un emigrante nacido en Villafrechós (Valladolid). Todavía recuerdan en el pueblo vallisoletano el día de 2010 en que aparecieron "varios americanos con cochazos y seguridad", cuando Jeff Bezos quiso conocer el pueblo de los orígenes de su padre, visita al cementerio incluida


 

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